En entrevista con El Diario de Cooperativa, el expresidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) y exministro del ramo durante el primer Gobierno de Sebastián Piñera, Luis Mayol, respaldó este jueves la polémica propuesta de Antonio Walker, actual líder del gremio, sobre "formalizar laboralmente" a los migrantes que han entrado a Chile como turistas para que puedan trabajar en el campo.
El empresario y también exintendente de La Araucanía calificó el problema de la falta de mano de obra en el agro como "bastante grave" y de "hace mucho tiempo", y defendió la iniciativa como una política necesaria para el país.
Si bien reconoció que la palabra "regularización" generó confusión en un contexto electoral, precisó que el objetivo de la idea de Walker es la "formalización" de estos trabajadores para garantizar la continuidad del sector.
Según Mayol, la propuesta debe ser entendida en el contexto de la importancia de la agricultura chilena, que es el principal exportador de fruta fresca del hemisferio sur: "Precisamente, para estar en este lugar mundial en la exportación de fruta, necesitamos hacer las cosas muy bien, porque ese prestigio se gana con calidad. Si tengo que cosechar cerezas para que lleguen de la óptima calidad a los países donde las compran, tengo que cosechar hoy día, que está a punto, y no ayer ni mañana, y para eso se necesita mucha gente".
Agregó que la cosecha "es un periodo que dura cinco o seis meses, que va de noviembre a marzo, tal vez abril, donde se necesita mucha mano de obra y la mano de obra nacional no da abasto, sin perjuicio de que hoy día hay más mano de obra nacional disponible, pero hace cuatro o cinco años no había".
El exministro de Agricultura explicó que existe un sistema formal para la contratación de trabajadores extranjeros, principalmente de Bolivia y Perú, quienes ingresan por pasos oficiales. Con un contrato preestablecido, se les asigna un RUT provisional, y el proceso "está súper regulado" por la ley. "No es al lote esta cuestión; es bien controlada", garantizó.
Subrayó que, a pesar de las críticas, un 90% de los trabajadores extranjeros en esta labor cuentan con contratos e imposiciones al día, ya que los productores y contratistas son solidariamente responsables de las multas en caso de incumplimiento. Además, señaló que los salarios para la cosecha de cerezas, por ejemplo, son muy altos, llegando a ser "el doble o el triple" del sueldo mínimo.
¿Por qué falta mano de obra chilena?
Respecto a la pregunta de por qué los trabajadores chilenos no cubren la demanda, Mayol argumentó que el trabajo en el campo "es temporal" y "tiene algún grado de sacrificio", realizándose en horas tempranas de la mañana y bajo altas temperaturas.
Lo anterior, sumado al hecho de que los trabajadores chilenos con contratos anuales no quieren arriesgar su estabilidad laboral, hace que la mano de obra nacional sea insuficiente, apuntó.
Si bien el alto desempleo ha incrementado la disposición de chilenos para realizar estas labores, Mayol estima que "lo que se necesita en la temporada son entre 350.000 a 400.000 trabajadores", de los cuales solo 100.000 a 150.000 son chilenos.
"Los necesitamos como país"
Finalmente, Mayol insistió en que formalizar a estos trabajadores no constituye un incentivo para la inmigración ilegal: "Yo creo que están equivocados" quienes plantean esa tesis, ya que la mayoría de los trabajadores temporales "vuelven a su lugar de origen y con plata en el bolsillo", aseveró.
Concluyó que, en lugar de oponerse a la formalización de migrantes irregulares, el foco debe estar en controlar a aquellos que tienen antecedentes delictuales.
"Yo no me opongo a que se regularicen los inmigrantes extranjeros que ya están en Chile y que no tienen prontuario, que tienen buenos antecedentes. Nosotros los necesitamos como país", opinó Mayol.
"Usted va a una bomba de bencina y generalmente hay una persona que es un extranjero, un venezolano, y es una persona que trabaja, que no es del Tren de Aragua. Nosotros tenemos que controlar al inmigrante ilegal y aquel que tiene antecedentes delictuales, pero a la gente que viene a trabajar y se saca la mugre trabajando, ¿por qué les vamos a negar ese derecho? Yo creo que los necesitamos", sentenció.