Argentina está conmovida por el asesinato de Kim Gómez, una niña de siete años.
Dos delincuentes, de 14 y 17 años de edad, le robaron el auto a su madre en un semáforo en una esquina en la ciudad de La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires.
La pequeña iba en el asiento de atrás con el cinturón de seguridad puesto. El vehículo tiene sólo dos puertas y los delincuentes quisieron arrojarla por una ventanilla, pero Kim quedó enganchada: como consecuencia, la arrastraron a lo largo de 15 cuadras.
La niña sufrió lesiones traumáticas, fracturas múltiples y lesiones por el arrastre, que le costaron la vida.
"Estos pibes nos destrozaron... Al momento después que se dieron a la fuga, estaban como si nada; ahí te das cuenta de la clase de personas que son... Sus familias, ¿qué criaron?", se preguntó ante la prensa, conmovido, el padre de Kim, Marcos Gómez.
"¿Qué mierda pasa? La vieron que estaba ahí con el cinturón... No les importó. Frenen, roben tranquilos (pero sin hacer daño a una niña) ¿Qué mierda está pasando con nosotros?", se preguntó.
"Estoy destrozado; tenía la hija perfecta con la persona que siempre amé", dijo Marcos Gómez, papá de la pequeña víctima. (Foto: Clarín)
Los delincuentes fueron apresados horas después por la policía. Uno de ellos había sido detenido a comienzos de este mes por un robo similar, y liberado pocas horas después.
Ahora, lo entregó su propio padre, Héctor, que dijo ante la prensa: "Mi hijo es una mierda y tiene que pagar con cárcel por lo que ha hecho".
Vecinos de la ciudad de La Plata realizaron una manifestación multitudinaria frente a la Municipalidad exigiendo mayor seguridad y dureza contra los delincuentes, y al término hubo incidentes.
Grupos de encapuchados rompieron ventanas e intentaron entrar a la sede comunal.
También protestaron frente a la Gobernación, cuyo titular es el kirchnerista Axel Kicillof.