Tailandia deportó este jueves a China a 40 uigures, minoría musulmana china perseguida por Pekín, tras un acuerdo con el gigante asiático, pese a las peticiones de la ONU y de organizaciones de derechos humanos de que no procediera con la deportación.
"Creo que es un procedimiento normal repatriar a aquellos considerados inmigrantes ilegales (...) Y los uigures no son diferentes, tienen que ser devueltos. ¿Cuántos años más tenían que estar detenidos, 11, 12, 13? Son seres humanos, deben poder regresar", indicó hoy en una rueda de prensa el jefe de la Policía tailandesa, Kittirat Panpetch.
La confirmación de la deportación sucedió tras horas de rumores sobre un operativo llevado a cabo con secretismo. El mismo jefe de la Policía había dicho con anterioridad que no podía revelar detalles por motivos de seguridad nacional.
La primera ministra tailandesa, Paethongtarn Shinawatra, había indicado hoy en el Parlamento que tenía que recibir "información detallada" de lo ocurrido, mientras el ministerio de Exteriores tailandés no respondió aún a las preguntas en un chat con periodistas sobre el asunto, incluidas las de EFE.
El Ministerio de Seguridad Pública de China había informado previamente este jueves que Tailandia deportó a 40 ciudadanos chinos que se encontraban en "situación migratoria irregular", en el marco de una operación conjunta entre China y Tailandia contra los delitos transfronterizos, sin especificar que eran uigures.
Medios tailandeses como Khaosod o Thai Enquirer apuntaron desde el primer momento que se sospechaba que los deportados fueran uigures, compartiendo imágenes de varios furgones con cristales tapados con celofán negro que salieron esta madrugada del centro de detención donde unos 48 uigures llevaban años detenidos.
Por su parte, el portavoz de Exteriores chino, Lin Jian, se limitó a decir en una rueda de prensa en Pekín al ser preguntado por las deportaciones que "China es un país bajo el mandato de la ley en lo que respecta a proteger los derechos humanos de todas las etnias, incluyendo la gente de Xinjiang", región occidental china de donde proceden los uigures.
"Quiero decir que sus derechos están siendo protegidos (...) La inmigración ilegal es un crimen y nos oponemos al tráfico de personas", añadió.
UE condena actuar de Tailandia
La Unión Europea (UE) lamentó "profundamente la deportación por Tailandia del grupo de 40 uigures a China, en violación del principio de no devolución y de las obligaciones de Tailandia en virtud del Derecho nacional e internacional como miembro del Consejo de Derechos Humanos", indicó en un comunicado un portavoz de la jefa de la diplomacia comunitaria, Kaja Kallas.
Subrayó que la UE insta al Gobierno chino a cumplir las obligaciones que le incumben en virtud de la legislación nacional, incluida su propia Constitución, y del derecho internacional, de "respetar y proteger los derechos humanos de los 40 uigures devueltos a China".
EEUU "alarmado"
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se declaró este jueves "alarmado" y manifestó que "condenamos en los términos más enérgicos posibles la devolución forzada de al menos 40 uigures por parte de Tailandia a China, donde carecen de derechos de debido proceso y donde enfrentan persecución, trabajos forzados y tortura".
El jefe de la diplomacia estadounidense denunció que la decisión de Bangkok contradice "la larga tradición del pueblo tailandés de protección de los más vulnerables".
"Como aliados de Tailandia desde hace mucho tiempo, estamos alarmados por esta acción, que corre el riesgo de contravenir sus obligaciones internacionales", señaló Rubio.
El secretario de Estado acusó a China de haber cometido un "genocidio y crímenes de lesa humanidad" contra los uigures, e instó a todos los gobiernos que acogen a esta comunidad a que "no los devuelvan por la fuerza" a China.
Temor por las represalias
Tailandia deportó este jueves a los 40 uigures a China tras una cuerdo con Pekín y pese a las peticiones de la ONU y de organizaciones de derechos humanos de que no procediera con la deportación.
La ONU había advertido a finales de enero a Tailandia que parara "de inmediato" cualquier plan de deportar a China a 48 uigures por el riesgo a represalias contra los miembros de esta minoría. Se desconoce cuál es la situación de los ocho no deportados.
Los 48 uigures forman parte de un grupo de unas 350 personas que fueron arrestados en 2014 al entrar de manera irregular en Tailandia.
En 2015, Bangkok deportó a más de 100 hombres uigures a China, lo que desató una ola de indignación internacional, y en paralelo envió a 170 mujeres y niños uigures a Turquía.