Chileno de 82 años, asilado en EE.UU., fue deportado a Guatemala tras extraviar green card
A su familia le dijeron que había muerto bajo custodia del ICE, pero luego supieron que está vivo en un hospital del país centroamericano.

A su familia le dijeron que había muerto bajo custodia del ICE, pero luego supieron que está vivo en un hospital del país centroamericano.
La familia de Luis León, un ciudadano chileno de 82 años residente en Allentown, Pensilvania (Estados Unidos), ha vivido un mes de angustia y desesperación debido a la política antiinmigración del presidente Donald Trump.
Según recogió el diario local The Morning Call, la pesadilla comenzó el 20 de junio, cuando el hombre, quien recibió asilo político en 1987 tras ser torturado bajo la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), acudió con su esposa a una oficina de inmigración en Filadelfia para reemplazar su tarjeta verde ("green card"), tras perder su billetera. Dicho documento, conocido oficialmente como Tarjeta de Residente Permanente, permite vivir y trabajar permanentemente en el país norteamericano.
Allí, de acuerdo con el relato de la familia, agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) lo esposaron y se lo llevaron sin dar explicaciones, dejando a su mujer, que apenas habla inglés, retenida por 10 horas hasta que la entregaron a su nieta.
La búsqueda de información sobre el paradero del chileno fue infructuosa. A pesar de las reiteradas consultas a funcionarios de inmigración, prisiones, hospitales y morgues, su nombre no aparecía en la base de datos de detenidos del ICE.
La incertidumbre se transformó en un dolor aún mayor el 9 de julio, cuando la esposa de León recibió una devastadora llamada informándole que su esposo había fallecido.
Sin embargo, el viernes pasado, la familia recibió una noticia que, aunque sorprendente, les devolvió la esperanza: Luis León había sido trasladado a un centro de detención en Minnesota y, posteriormente, a un hospital en Guatemala.
Aún se desconoce si su traslado a este país centroamericano fue intencional o un error, en un contexto donde un reciente fallo de la Corte Suprema ha facilitado la deportación de inmigrantes a países distintos a su lugar de origen.
La nieta de León, Nataly, expresó el profundo sufrimiento de su familia y su determinación de viajar a Guatemala para reunirse con su abuelo, quien padece de diabetes, una afección cardíaca e hipertensión.
La joven busca dar a conocer públicamente la experiencia de su abuelo para visibilizar el trato que, según ella, recibió por parte del sistema de inmigración estadounidense.
Luis León es descrito por su familia como un hombre tranquilo y querido en su comunidad de Allentown, sin antecedentes penales.
El caso de León resalta la tendencia en el programa de deportación de la administración Trump. Según el Centro de Acceso a Registros Transaccionales (TRAC), a la fecha del 13 de julio, más del 71,5% de las personas detenidas por ICE (40.643 de 56.816) no tenían antecedentes penales, y muchos de los condenados lo fueron por delitos menores, incluidas infracciones de tráfico.