Las exmonjas del Monasterio de Santa Clara de Belorado, en España, quienes fueron excomulgadas tras romper con la Iglesia católica, están preparando la apertura de un restaurante como alternativa para enfrentar sus dificultades económicas, mientras se resuelve la demanda de desahucio presentada en su contra por el Arzobispado.
Las 16 religiosas de la orden de Hermanas Pobres de Santa Clara rompieron lazos con el Vaticano luego de que la Iglesia les impidiera vender el monasterio donde residen para adquirir otra propiedad.
En respuesta, decidieron situarse bajo la tutela de Pablo de Rojas Sánchez-Franco, excomulgado en 2019 y fundador de la secta Pía Unión de San Pablo Apóstol, lo que marcó el inicio de un cisma que escaló con la posterior notificación de desalojo.
"Se nos están cerrando unas puertas y tenemos que abrir otras. Tenemos que generar recursos para vivir. En tiempos de guerra, uno tiene que salir adelante con lo que tiene", expresó Sor Berit, exmonja y portavoz del grupo, a través del perfil en redes sociales de su jefe de prensa, Francisco Canals.
Un restaurante como solución provisional
Para sortear la crisis, las exclarisas han alquilado el hotel 'Ribera del Chicu' en Asturias, al norte de España, por 1.600 euros mensuales, donde trabajan intensamente para inaugurar su nuevo establecimiento hostelero. El proyecto ya cuenta con licencia de apertura y ha recibido numerosas reservas.
El plan contempla dividir el hotel en dos áreas: una parte servirá como residencia para algunas hermanas, mientras que la otra albergará el restaurante, donde las exmonjas se encargarán de la cocina y los laicos atenderán el comedor.
Según Sor Berit, tres religiosas gestionarán el negocio a tiempo completo, mientras el resto continuará en el convento y brindará apoyo cuando sea necesario.
Agradeciendo el respaldo de la comunidad local, la exmonja destacó que el grupo afronta el proyecto "con muchísima ilusión", apostando por un menú que combinará platos tradicionales y recetas propias.
También han adquirido un terreno de 7.000 metros cuadrados, cercano al hotel, con el objetivo de desarrollar un proyecto de cría y entrenamiento de perros. Entre sus planes está la formación de perros guía y la creación de programas de apoyo para mujeres maltratadas.