Tras ser respaldada de forma unánime por sus pares del pleno en una histórica votación, la ministra Gloria Ana Chevesich se convertirá la primera mujer en ocupar la presidencia de la Corte Suprema, cargo que asumirá el próximo 6 de enero, cuando concluye el periodo de Ricardo Blanco.
Conocida como una jueza implacable que no cede ante presiones, desde que ingresó al Poder Judicial en 1986 Chevesich ha llevado temas complejos, como la redacción del fallo por el desafuero del dictador Augusto Pinochet, y la investigación del MOP-Gate como ministra en visita.
Dada su antigüedad en el Poder Judicial, correspondía por tradición que obtuviera el puesto, pero en los últimos días, se habló de una posible división de los magistrados ante su candidatura, pues algunos no verían con buenos ojos su actitud ante la crisis institucional, lo que llevó a levantar la alternativa de María Angélica Repetto.
Sin embargo, tras ser elegida la tercera mayor autoridad de la República este lunes, Chevesich aseguró que "no hay divisiones: hay que entender es que la Corte Suprema es un tribunal colegiado, y consecuencialmente, cada una de las personas que lo integran tiene el derecho a manifestar sus posturas, y si hay decisiones que no son unánimes, hay que respetar los votos en contra, las aprehensiones y las disidencias, que es lo normal en un tribunal colegiado".
"Al final se conversó, y se decidió que lo mejor era que asumiera yo por unanimidad (...) Todos tenemos aspectos positivos y negativos de nuestras personalidades: debilidades, flaquezas, fortalezas y capacidades. Y en el análisis de todos esos argumentos, se estimó que yo reunía los requisitos para ser nombrada como la nueva presidenta de la Corte Suprema de Justicia", explicó en un punto de prensa posterior a la deliberación, que se prolongó por más de dos horas.
La crisis en el Poder Judicial
Respecto del escenario que enfrentará al asumir el cargo, producto de casos como la "trama bielorrusa", la ministra reconoció: "Estamos viviendo momentos muy complejos. Sin embargo, estimo que la forma de superarlos es actuando con transparencia, pleno respeto de las normas constitucionales y legales que regulen nuestro actuar, y teniendo una vida pública y privada que dé cuenta de que acatamos los principios éticos que nos rigen".
Dicho esto, relevó que "hace poco, aprobamos un Código de Ética Judicial, que es aplicable para el escalafón primario del Poder Judicial, y ahí se establecieron principios que deben regir el actuar de todos los miembros de la judicatura".
"En el evento de que surjan actos que puedan ser considerados faltas a la probidad o a la ética, se tendrán que iniciar las acciones pertinentes. O sea, si hay denuncias, se iniciarán los procedimientos respectivos", puntualizó.
Las expectativas de los gremios
Concluida la elección, decenas de funcionarios del Poder Judicial -muchos que han trabajado directamente con ella- la recibieron entre aplausos, besos y abrazos en el salón del pleno de la Suprema, y además le entregaron flores y otros regalos.
Previo a su nombramiento, al menos dos gremios habían publicado cartas exigiendo que se respetara la tradición y Chevesich fuera electa, en lugar de favorecer a Repetto.
El presidente de la Organización de Trabajadores del Poder Judicial, Marcelo Alvarado, dijo esperar que "en estos dos años haya un cambio en la Corte Suprema, que la corrupción no sea tolerada, que los procesos sean realizados con mayor celeridad, y que el mandato de la ministra Gloria Ana marque un sello anticorrupción esencial".
Por su parte, la secretaria de la Asociación Nacional de Empleados del Poder Judicial, Karin Mendoza, sostuvo: "Vemos en su liderazgo la rectitud necesaria para recuperar la confianza ciudadana, y una gran oportunidad para fortalecer el diálogo y las relaciones laborales al interior de nuestra institución".