La Fiscalía y la PDI entregaron nuevos detalles sobre la "Operación Muralla Oriental", que permitió desarticular una banda criminal de origen chino que operaba en el Barrio Meiggs y que tenía por colaborador a un carabinero activo, quien actuaba como informante.
El persecutor Alfredo Cerri, de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, detalló que el detenido es un cabo de la Segunda Comisaría de Santiago: "La función que realizaba (el policía), en términos generales, era entregar la información de procedimientos que se iban a ejecutar en los diferentes locales comerciales, y por eso recibía una remuneración".
Esta información privilegiada era crucial para la mafia, que operaba bajo la fachada de locales comerciales en el barrio Meiggs de Santiago, utilizando pequeñas cabinas de karaoke -comunes en Asia- como centros para el comercio sexual y el tráfico de drogas.
Durante el operativo fueron detenidas 30 personas -27 de origen chino-, y se incautaron más de 600 millones de pesos en efectivo. Los allanamientos se extendieron por diversas regiones del país, incluyendo Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, O'Higgins y Santiago.
Dieciocho de ellos serán formalizados por los delitos como asociación ilícita, lavado de activos, contrabando, extorsión, cohecho, homicidio y secuestro.
Cordero se refiere al modo de operar de la banda
El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, destacó el resultado del operativo y explicó que este tipo de organizaciones "ocupan nuestro sistema económico formal para poder llevar a cabo su lavado de dinero".
"No solo constituyen sociedades, no solo acceden a los beneficios de constituir empresas expeditamente en nuestro país, sino que además acceden a los mecanismos de medios de pago que el país ha ido expandiendo en sus mecanismos de competencia", explicó el extitular de Justicia.