La exministra Carolina Tohá (PPD) sostuvo que los partidos de izquierda "le tienen alergia a las policías y al orden público", y denunció que esta situación ha ayudado a que prosperen las ideas de la ultraderecha.
La excandidata presidencial reapareció a 100 días de su derrota en las primarias en una charla en París, oportunidad en la que planteó que "la seguridad ha sido un tema que toman con mucha naturalidad los grupos de derecha, y le cuesta más tomar a los grupos progresistas, en gran parte porque tendemos a explicar la inseguridad como resultado de otros problemas".
"Si la inseguridad es una consecuencia de la desigualdad, de la exclusión, y de la pobreza, entonces ocupémonos de la desigualdad, la exclusión y la pobreza. Pero eso es una trampa, porque a la vez que es una consecuencia, (y) también agrava estos problemas y hace difícil resolverlos", añadió, citada por Ex-Ante.
En una actividad en la Sciences Po Paris, Francia, Tohá recalcó que "la razón por la cual los progresistas tenemos que preocuparnos de la seguridad es que cuando hay temor, las preocupaciones progresistas desaparecen y las personas actúan desde la necesidad de sobrevivir y protegerse, y su disposición a pensar los problemas como problemas colectivos, baja de manera dramática".
"Hay dos tentaciones muy difíciles de resistir para un gobierno progresista en el tema de la seguridad. Una es el populismo penal. Y dos, los complejos de izquierda (...) que le tienen alergia a la policía, le tienen alergia al orden público, a hacer cumplir la ley. Hacer cumplir la ley no es algo de derecha. Hacer cumplir la ley es la principal protección para los vulnerables. En el reino de la selva, quienes se salvan son los que no necesitan la ley", puntualizó.
Para Tohá -quien en Europa también tiene programada una actividad similar en la London School of Economics, en Reino Unido, "el nuestro (de Gabriel Boric) no es un gobierno antimigración, pero llegó a La Moneda en el momento más alto de la historia en inmigración irregular, que se provocó en el gobierno de Piñera, y estaba en su peak en ese momento. El Estado no tenía ninguna herramienta para controlar la frontera".
"El Gobierno decidió hacer una reforma constitucional para poder solicitar apoyo de las Fuerzas Armadas en el control de fronteras. Esa fue una medida muy audaz para un gobierno de izquierda. Eso se aprobó y resultó, en el sentido de que hay más capacidades de control de fronteras. Todavía son insuficientes, pero mejoraron significativamente", añadió.
Finalmente, la exministra comentó que "se habían acumulado miles de expulsiones no ejecutadas (...) Eso para la población es algo inadmisible, cuando el Estado no cumple ni sus propias definiciones. Entonces, se entró en una carrera de ponerse al día con eso, pero fue algo equivocado, porque no es posible ejecutarlas todas, porque son demasiadas. Lo que importa no es ejecutar muchas, sino expulsar a los peligrosos".