Familiares de los siete pescadores artesanales de la lancha Bruma, cuyo rastro se perdió el 30 de marzo en Coronel, los despiden este miércoles en alta mar, con una ceremonia simbólica en el punto donde la embarcación fue vista por última vez.
Para llegar a la denominada "boya de la Bruma" esta mañana, ubicada 15 millas náuticas al noroeste de la Isla Santa María, personal de la Armada -institución que puso fin a la búsqueda este martes- traslada a los afectados en el remolcador Janequeo.
Una vez embarcados, el almirante Arturo Oxley, comandante en jefe de la Segunda Zona Naval de Talcahuano, les habló por altoparlante: "Les quiero agradecer que hayan venido hoy, y esperamos que sea una jornada de recogimiento muy significativa para todos ustedes", expresó.
Los cercanos a las víctimas, que convocaron a otros pescadores artesanales de la zona a acercarse al sector del naufragio este mediodía, lanzarán múltiples coronas de flores sobre el mar para cerrar la ceremonia.
En la previa de este acto, Claudia Urrutia, vocera de las familias, dijo esperar "lo mismo que cuando alguien participa en un funeral: despedir a los seres queridos, ese encuentro íntimo con el ser superior para buscar paz".
"El cerrar un proceso requiere caer al pozo, y desde lo más bajo a donde uno puede llegar, encumbrarse a la luz y empezar a subir los peldaños para buscar justicia, y tener la fuerza interior necesaria para dar esa batalla", manifestó, en alusión a la causa penal en curso.
Matías Gutierrez, hijo del tripulante Jose Luis Medel, dió unas palabras de despedida en la instancia: "Daría todo para volver a ese último día que estuviste con nosotros. Si hubiese sabido que ese era el último, no te soltaba nunca".