Vaticano canonizará a beata Vicenta María Poloni por milagro en Chile

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Autor: Cooperativa.cl

Una adulta mayor estaba al borde de la muerte, pero su familia le rezó a la figura de la beata, tras lo cual logró sobrevivir, contó el nieto de la mujer.

Vaticano canonizará a beata Vicenta María Poloni por milagro en Chile
 Unsplash (Referencial)

Actualmente, la paciente posee una buena salud a sus 75 años.

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El Vaticano confirmó que canonizará a la beata Vicenta María Poloni, creadora del Monasterio de las hermanas de la Misericordia en Verona, Italia. 

Según la Iglesia Católica, se verificó que la futura santa concedió un milagro a Audelina Parra, una chilena de la comuna de Quilleco, quien en el 2013 fue sometida a una intervención para extirpar la vesícula biliar.

En el proceso de la operación se produjo un shock aórtico, debido a que un aparato médico pasó a llevar la arteria aorta. Los profesionales, en ese entonces, le dieron días de vida.

Al conocer el estado de salud de su abuela, Álvaro Martínez -que entonces se preparaba para ser sacerdote- comenzó a rezarle a la imagen de Vicenta María Poloni.

"Yo presenté la causa a la Santa Congregación de las Hermanas de la Misericordia de Verona", comentó Martínez. El hoy sacerdote explicó que "son ellas quienes envían al postulador de la causa al padre Tiziano Bonomi". 

Martínez relató que hablaron con el director del Complejo Asistencial Dr. Víctor Ríos Ruiz, lugar donde se atendió a la paciente, para concertar una reunión con cada uno de los médicos que participaron en su procedimiento.

"Ellos mismos indicaban que desde la ciencia no tenían explicación al milagro que había ocurrido en mi abuelita", señaló.

Audelina Parra actualmente tiene 75 años, y vive una vida normal en su campo, en Quilleco. Vive plantando sus lechugas y sus hortalizas, y ella dice también que gracias a Vicenta María Poloni sigue con vida.

Rosa Martínez, hija de la sobreviviente, recordó que "todos los días cuando entrábamos a verla, los doctores nos decían que había que prepararse, porque era muy lapidario su diagnóstico, y nos aferramos más: más rezábamos pidiendo que mi mamá se salvara, pero fueron momentos muy, muy tristes para la familia".

"Cada vez que estábamos ahí -porque la cuidábamos día y noche, nos íbamos turnando-, veíamos que se abría la puerta y pasar a muchas personas que ya estaban fallecidas, y pensábamos: 'Ojalá no sea nuestra mamá'. Después, como fuimos viendo su recuperación poquito a poquito, también nos fue dando esperanzas de que se iba a mejorar", aseguró la mujer.

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