En un contexto de creciente preocupación por la delincuencia, el director ejecutivo de Paz Ciudadana, Daniel Johnson, dijo este martes en El Diario de Cooperativa que, aunque Chile se encuentra "en la medianía de la tabla" a nivel mundial en cuanto a delitos, hay una "tendencia al aumento sumamente preocupante" en la violencia.
El encargado de la fundación señaló que los delitos totales han disminuido desde antes de la pandemia del Covid-19, pero se ha observado una peligrosa concentración de la criminalidad en delitos más violentos y con uso de armas de fuego.
"No estamos al nivel de delitos violentos que tienen otros países latinoamericanos ni por lejos. Han aumentado de manera importante en Chile, (pero) no estamos al nivel de otros países, eso hay que tenerlo claro. Estamos con un problema que es mucho mayor, por ejemplo, que los países europeos. O sea, estamos ahí como en la medianía de la tabla, pero con una tendencia al aumento que es sumamente preocupante que tenemos que lograr revertir", dijo Johnson.
Este cambio en el fenómeno delictivo, que ejemplificó con el violento "turbazo" que sufrió una familia esta madrugada en un condominio de Chicureo, no solo genera un mayor daño físico, sino que también produce un profundo trauma en las víctimas y un impacto negativo en la convivencia de la comunidad.
El experto destacó que esta violencia se manifiesta de diversas maneras, con dinámicas muy distintas. Por un lado, están las organizaciones históricas, que han operado en ciertos territorios por años, prestando incluso servicios a la comunidad y reemplazando al Estado. Por otro, se encuentran las organizaciones criminales internacionales, que llegan al país no para hacer su vida, sino para extorsionar y cometer delitos, a menudo contra otros migrantes.
Al referirse a las medidas de seguridad, Johnson enfatizó que es crucial entender cada fenómeno delictivo para poder abordarlo de manera efectiva. Señaló que mientras algunas acciones, como los funerales de alto riesgo, son sólo "paliativas" y no resuelven el problema de fondo, otras, como el patrullaje policial, han demostrado ser sumamente efectivas para disminuir los delitos violentos.
"Hay que tener súper claro que, si bien generan un problema brutal, los funerales narco o de alto riesgo son un síntoma, evidentemente. Lo que tenemos ahí son organizaciones intelectuales que están operando con alto poder de fuego, concentrados en ciertos territorios y, si bien puede ser útil que hagamos medidas para evitar el daño que ese funeral genera, si no hacemos investigación penal y desarticulamos las organizaciones delictuales que están operando, no va a resolver nunca el problema. Estamos tapando el sol con un dedo", apuntó.
En ese sentido, el director de Paz Ciudadana hizo un llamado a "basar las políticas públicas en la evidencia", y advirtió sobre el peligro de "generar nuevos barrios críticos" con las mismas políticas de vivienda social que se han implementado hasta ahora. Por ello, instó a las autoridades a tomar decisiones sin estigmatizar, pero sí considerando "las condiciones delictuales previas" de quienes acceden a estos beneficios sociales.
Finalmente, Johnson subrayó la importancia de la coordinación y la medición en el trabajo del Ministerio Público: "Si estamos declarando que tenemos mayores organizaciones delictuales, tenemos que mirar cuántas sentencias condenatorias tenemos por asociaciones criminales. Si los estamos condenando por el robo de vehículos o microtráfico, los últimos eslabones de las cadenas, y no estamos determinando cuál es la organización y, por lo tanto, no estamos condenando por asociación criminal o ilícita, no estamos haciendo bien la pega y ahí tenemos una tarea todavía pendiente", concluyó.