Un estudio, publicado el 18 de enero por la revista Marine Policy, reveló que Chile es el país con la mayor tasa de mortalidad de ballenas producto de choques con barcos -a nivel mundial- en los últimos 10 años.
Según indica la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), perteneciente a Estados Unidos, las colisiones entre barcos y cetáceos pueden registrarse en cualquier lugar donde la ruta de las embarcaciones se cruzan con la vida oceánica, consignó La Tercera.
En ese sentido, explicó que para los operarios de las embarcaciones puede resultar complejo el hecho de divisar animales marinos debido a que no siempre son visibles desde la superficie. En muchos casos, si se logra percatar la presencia de un animal, probablemente ninguno de los dos tenga tiempo para evitar el choque.
Asimismo, otros estudios han revelado que las ballenas tienen poca capacidad para evitar este tipo de situaciones, pues no han evolucionado para enfrentar dicha amenaza.
Los detalles del estudio
La investigación de Marine Policy consiste en un mapeo de los movimientos de cuatro especies de cetáceos distribuidas por el mundo; advierte que las rutas marítimas de las embarcaciones cubren el 92 por ciento de los rangos de movilidad de dichas especies y que menos del 7 por ciento de esas áreas cuentan con estrategias para prevenir los choques.
La oceanógrafa y coautora del estudio, Susana Buchan, miembro del Centro de Investigación Oceanográfica del Pacífico Suroriental (COPAS Coastal) y del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Ceaza), indicó que el posicionamiento de Chile respecto a dicho fenómeno se pudo determinar mediante una comparación de datos disponibles en la literatura científica (Sernapesca, universidades, ONG y especialistas).
Según el análisis, del total de 226 ballenas sin vida que se encontraron varadas en las costas chilenas, el 62 por ciento corresponde a casos donde no se pudo comprobar la causa de muerte.
No obstante, en los casos donde sí se pudo identificar el motivo de los decesos, el 28 por ciento de éstos fueron vinculados con colisiones con barcos; el 7 por ciento a enmallamientos y un 3 por ciento a depredación natural.
Lo anterior deja en evidencia, por lejos, que las colisiones con embarcaciones son la principal causa de muerte no natural de cetáceos en el país, con un promedio de cinco muertes de dichos ejemplares al año (según datos desde 2013).
"Estas cifras probablemente subestiman la magnitud del problema, ya que muchos cadáveres nunca llegan a varar en las playas y a ser registradas debido a las dificultades para realizar necropsias en áreas remotas. La mayoría de los casos de varamiento permanecen inconclusos", advirtió al diario Frederick Toro, profesor de la Universidad Santo Tomás y autor principal de la investigación.
"Nunca imaginamos que Chile liderara en colisiones con cetáceos durante la última década. Ver estos tremendos animales muertos y desechados en las playas es terrible. Estamos viendo un aumento constante de ballenas que llegan muertas con señales claras de colisión, con hematomas, cortes de hélices, y hemorragias internas. Es desolador", concluyó.