El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, inauguró este jueves la nueva planta de vehículos eléctricos e híbridos de BYD (Build Your Dreams) en la ciudad de Camaçari, estado de Bahía, marcando el inicio de la producción nacional de la marca china y consolidando al país sudamericano como un polo estratégico de movilidad eléctrica en América Latina.
El acto contó con la presencia del vicepresidente Geraldo Alckmin, el embajador de China en Brasil, Zhu Qingqiao, y el presidente de BYD, Wang Chuanfu, entre otras autoridades brasileñas y chinas.
El nuevo complejo industrial, instalado en una superficie de 4,6 millones de metros cuadrados, representa una inversión de 5.500 millones de reales (unos 1.000 millones de dólares) y está proyectado para convertirse en el mayor centro de producción de BYD fuera de Asia.
Con una capacidad inicial de 150.000 vehículos al año, que podría duplicarse en una segunda etapa, la planta combinará líneas de ensamblaje de automóviles híbridos y 100% eléctricos.
Desde comienzos de octubre ya trabajan 350 empleados, y se espera que el número aumente a 2.000 en las próximas semanas, con un potencial total de 20.000 empleos directos e indirectos.
Innovación y tecnología "flex"
Durante la ceremonia, BYD presentó el primer híbrido enchufable "flex" del mundo, diseñado para funcionar con etanol, gasolina o cualquier mezcla entre ambos combustibles. El sistema fue desarrollado en conjunto por ingenieros brasileños y chinos, en una muestra de cooperación tecnológica bilateral.
El modelo está alineado con las metas de transición energética del Gobierno brasileño, que promueve el uso de combustibles sostenibles producidos localmente.
El complejo de Camaçari cuenta con la certificación internacional I-REC, que garantiza que toda la energía eléctrica utilizada proviene de fuentes renovables. Esta medida refuerza el compromiso de BYD y de Brasil con la reducción de emisiones de carbono y una economía verde.
Lula: "Queremos exportar inteligencia y valor agregado"
En su discurso, Lula da Silva destacó que la llegada de BYD simboliza una nueva etapa en la industrialización verde del país.
"No queremos dejar de exportar materias primas, pero sí queremos exportar inteligencia, conocimiento y valor agregado", señaló el mandatario, subrayando la importancia de fortalecer la relación con China bajo un enfoque de cooperación y multilateralismo.
El embajador chino Zhu Qingqiao coincidió en que la alianza China-Brasil en energías limpias se ha convertido en un eje central de la cooperación entre ambos países.
"La asociación estratégica entre China y Brasil avanza con vigor, y el sector de energías limpias es un ejemplo de la sinergia entre nuestras estrategias de desarrollo", afirmó.