La economía chilena creció 2,3% en el primer trimestre de 2025
Este resultado es explicado principalmente por las exportaciones y el aumento de la demanda interna (1,2%).

Este resultado es explicado principalmente por las exportaciones y el aumento de la demanda interna (1,2%).
La economía chilena creció por encima de las expectativas del mercado y marcó 2,3% en el primer trimestre de 2025, informó este lunes el Banco Central en su reporte de Cuentas Nacionales.
Este resultado es explicado principalmente por las exportaciones y el aumento de la demanda interna (1,2%).
En detalle, el ente emisor comentó que, desde la perspectiva del origen, contribuyeron mayormente al crecimiento del PIB las actividades de comercio, industria manufacturera, servicios personales y agropecuario-silvícola. En contraste, la minería, los servicios financieros y la construcción presentaron caídas.
El consumo de los hogares, en tanto, creció 1,8%, destacando el desempeño de los bienes durables que fueron impulsados, principalmente, por un mayor gasto en productos tecnológicos.
El consumo de Gobierno subió 3,1% liderado por el gasto en salud.
El Banco Central publicó también este lunes el Informe de Estabilidad Financiera (IEF) correspondiente al primer semestre de 2025, documento que entrega la visión del Consejo sobre los principales riesgos, vulnerabilidades y mitigadores para la estabilidad financiera chilena.
Se trata de un informe de riesgos y, como tal, analiza las vulnerabilidades del sistema y su capacidad para absorber shocks adversos. No es, por tanto, un informe que contenga proyecciones.
Según el IEF, "el principal riesgo para la estabilidad financiera local proviene del escenario externo y un nuevo recrudecimiento de las tensiones geopolíticas y comerciales. Esto ocurre cuando otros riesgos del escenario externo no se han disipado".
Adicionalmente, indica que, "si se produjera un ajuste abrupto en el apetito por riesgo global podría darse una corrección en los precios de los activos, deteriorando las condiciones financieras en el mundo emergente. En ese escenario, podría observarse un alza significativa de los spreads soberanos y salidas abruptas de capitales, con consecuencias en la liquidez, capacidad de endeudamiento y solvencia de los agentes. Esto es relevante en las economías emergentes con colchones fiscales y externos más débiles".
El IEF advierte que, "a nivel local, la menor profundidad del mercado financiero respecto de episodios previos podría reducir la capacidad para amortiguar los efectos de cambios abruptos en los portafolios sobre las variables financieras".
El documento alerta que "la persistencia de déficits estructurales desde hace varios años ha ido mermando las holguras fiscales y ha aumentado la deuda pública. Asimismo, que, según las proyecciones oficiales, en el corto plazo, dicha deuda se ubicaría algo por debajo del límite de 45% del PIB, nivel definido como prudente por la autoridad. En este contexto, y como se ha señalado en informes anteriores, existen riesgos que podrían llevar a superar ese nivel en los próximos años".