Haití acusó a República Dominicana de cometer "actos xenófobos" y violar los derechos de sus ciudadanos migrantes, especialmente de las mujeres embarazadas y madres lactantes, en medio de la campaña de deportaciones que está llevando adelante.
En los últimos meses, el gobierno del presidente dominicano, Luis Abinader, ha acelerado las deportaciones de ciudadanos haitianos, pese al agravamiento de la crisis humanitaria en Haití, donde la violencia de las pandillas y la inseguridad han alcanzado niveles alarmantes.
Cerca de 20.000 personas fueron deportadas a través de la frontera en abril, informó Naciones Unidas este martes, entre ellas "un número creciente de mujeres embarazadas y madres lactantes".
La ONU afirmó que durante el mes anterior sus oficiales y organizaciones asociadas habían "prestado asistencia a una media de 15 mujeres embarazadas y 15 madres lactantes al día".
En una inusual reacción oficial, la Cancillería haitiana emitió un comunicado en el que denuncia los malos tratos generalizados y anuncia que su embajador en Santo Domingo organizará convoyes de repatriación voluntaria para regresar a sus ciudadanos "en condiciones dignas".
Muchos haitianos han huido de la pobreza, la inestabilidad política y la violencia de las pandillas, que se ha agravado durante el último año, especialmente en la capital, Puerto Príncipe.
Las autoridades dominicanas han aplicado medidas represivas contra los extranjeros desde el 21 de abril, al prohibir a los indocumentados permanecer en el país después de recibir atención médica.
Desde que asumió el cargo en 2020 y fue reelegido en 2024, Abinader ha endurecido las políticas migratorias y ha iniciado la construcción de un muro a lo largo de la frontera con Haití.