El Presidente Gabriel Boric entró de lleno al debate de los candidatos presidenciales en torno al Plan de Búsqueda de los detenidos desaparecidos durante la dictadura cívico militar encabezada por Augusto Pinochet entre 1973 y principios de 1990.
"Para mucha gente no es búsqueda, es venganza", dijo el pasado 30 de octubre la candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei, quien prendió la discusión en torno al tema que, hoy, tuvo un nuevo capítulo en el debate Archi.
En ese contexto político, esta tarde el Mandatario publicó en sus redes sociales el encuentro que tuvo con familiares de las víctimas de Calle Conferencia, operación de la DINA, dirigida entonces por Manuel Contreras.
"Hoy me reuní con las familiares de las víctimas de la operación Calle Conferencia. Me contaron las circunstancias en que sus seres queridos fueron secuestrados y hechos desaparecer", contó el Mandatario quien agregó que "de la mayoría de hechos hasta el día de hoy no se ha encontrado 'ni un restito al que poder rendir el homenaje que los vivos dan a los muertos', en palabras de una de las hijas. Me compartieron su dolor, pero también su esperanza, y sobre todo me dijeron que su lucha es por la Justicia, jamás por venganza".
El Presidente agregó que "una persona, que estando con medidas cautelares escapó de Chile, podría entregar información de dónde están".
"Ella es Adriana Rivas (secretaria de Contreras), hoy detenida en Australia y respecto de quién como Estado de Chile hemos solicitado su extradición. Como gobierno haremos todo lo que esté a nuestro alcance para conseguir justicia", cerró Boric.
Rivas fue agente de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), organismo represivo que operó hasta 1978 bajo el mando de Manuel Contreras persiguiendo, apresando, torturando, asesinando y desapareciendo a militantes de izquierda y ciudadanos contrarios al régimen que derrocó al Presidente Salvador Allende (1970-1973).
Rivas está recluida en una prisión de Sídney desde su detención en febrero de 2019 y es requerida por Chile, desde 2018, para juzgarla por su supuesto papel en la desaparición de Víctor Díaz, quien fuera subsecretario del Partido Comunista, en 1976, y otros seis activistas, entre ellos Reynalda Pereira, de 29 años, que estaba embarazada cuando fue secuestrada.