El exsubsecretario expresó que "cambios de efectos prácticos, creo que van a ser pocos porque no va a descongestionar el resto del sistema".
El reciente anuncio sobre el futuro del penal Punta Peuco, que pasaría a ser una cárcel común, ha generado un intenso debate sobre sus implicaciones prácticas y su carga simbólica. El exsubsecretario Rodrigo Ubilla, en El Primer Café, cuestionó el alcance real de esta medida, calificándola principalmente como una "señal política".
El director del área política y sociedad civil de Libertad y Desarrollo recordó que la situación del sistema carcelario chileno presenta un "hacinamiento bastante alto" y que, en este escenario, Punta Peuco "no es ajeno".
Según sus datos, con una capacidad para 118 reclusos, actualmente alberga a 149 personas. Por ello, argumentó que "no estamos hablando de que Punta Peuco por su tamaño o por sus condiciones, va a poder descongestionar el resto del sistema carcelario".
"Entonces, lo que estamos viendo, en definitiva, es una un cambio, una propuesta de cambio administrativo que lo firma el ministro y el presidente, para efectos de generar una señal al sector, no es más que eso", indicó y agregó que "cambios de efectos prácticos, creo que van a ser pocos porque no va a descongestionar el resto del sistema".
Ubilla remató enfatizando que "para mí es una señal política a su sector, que además es media panfletaria, de eslogan, porque no hay cambios si no hay privilegios y sobre todo es una población adulta mayor con problemas graves de salud".
En su cuenta pública, el Presidente Gabriel Boric anunció que el penal perderá su condición "especial" y se convertirá en una cárcel común donde cualquier reo podrá estar allí.
