La desarticulación del brazo de lavado de activos del Tren de Aragua es "un hito muy importante" en la lucha contra el crimen organizado, dijo el subprefecto Sergio Castro, jefe de la Brigada de Robos (BIRO) de la Policía de Investigaciones (PDI) de Puerto Montt, que explicó a Cooperativa cómo esta indagatoria reveló los mecanismos que la organización transnacional utilizaba para vulnerar el sistema financiero chileno, afectando la seguridad bancaria del país.
En entrevista con Lo Que Queda del Día, la autoridad detalló que ciudadanos extranjeros, "que ingresaron a Chile hace un tiempo y se regularizaron en su situación migratoria", abrían cuentas bancarias simples cumpliendo requisitos bancarios básicos que luego eran facilitadas al grupo criminal para depositar dineros ilícitos. Otros, buscando disimular, también tenían empleos lícitos. Este el "eslabón más bajo" de la estructura financiera permitía la colocación inicial de fondos provenientes de actividades criminales.
La red evolucionaba con la creación de empresas de fachada o "de papel" para almacenar mayores cantidades de dinero. Estos fondos eran luego sacados de Chile mediante criptomonedas o retiros en efectivo desde cajeros automáticos en Sudamérica, señaló Castro.